miércoles, 10 de septiembre de 2008

Aspecto Social

Gracias a la bonanza que experimentó nuestra economía en los primeros años del Leguiísmo, el régimen se permitió celebrar con suma fastuosidad los centenarios de la independencia del Perú (1921) y la batalla de Ayacucho (1924).
Para 1919 se estimaba un total de 296 000 hectáreas de tierra irrigada artificialmente en la costa, 3 000 kilómetros de ferrocarriles y 198 kilómetros para vías automovilísticas. El régimen estimaba ampliar las tierras agrícolas a 494 000 hectáreas, 4 500 kilómetros de ferrocarril y 49 000 kilómetros de carreteras. Aunque ello resultó fundamental para comunicar a Lima con algunas zonas productivas del Perú, gran parte de nuestro país seguía aislado del mundo.

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